Métodos de depreciación para activos operativos

Cuando se busca determinar cuánta depreciación asignar a períodos determinados, los contadores deben seleccionar un método de depreciación que refleje el patrón de la pérdida de utilidad del activo.

El método elegido debe asignar el coste del activo de la manera más equitativa posible a los períodos durante los cuales se obtienen servicios de su uso. El método produce una asignación de costos de manera sistemática y racional.

En este caso, «sistemático» significa que la cantidad en un año determinado se puede calcular de forma objetiva y verificable. «Racional» significa que hay una relación entre la cantidad de depreciación en el período y la cantidad de utilidad que se espera que se pierda.

Lo ideal es que el gasto se asocie con el periodo en el que la firma obtiene ingresos por el uso del activo. Además, la cantidad de gasto en el año debe ser proporcional a la cantidad de ingresos que se realiza.

La interpretación más sencilla de este ideal es la asignación sobre la base de las unidades de producción producidas en un período determinado. Si ese procedimiento no es factible, se puede aproximar por unidades de entrada (por ejemplo, horas de funcionamiento).

Si esa medida no es factible, se puede aproximar asignando el coste según el paso del tiempo. Además, puede no haber una conexión real entre la cantidad que se utiliza un activo y la cantidad de valor que se pierde por el uso.

Por ejemplo, los cambios tecnológicos ocurren igual de rápido incluso si el artículo no se utiliza. En estas situaciones, la asignación ideal se basa en el paso del tiempo.

Por estas dos razones, la gran mayoría de los métodos de depreciación se basan en el tiempo.

Los métodos de depreciación actuales para los activos operativos que están en uso son los siguientes:

– Relacionado con la actividad:

  • Depreciación de las unidades de producción

Relacionado con el tiempo:

  • Línea recta
  • Acelerado (dígitos de la suma de los años y saldo en declive)
  • Interés (anualidad y fondo de amortización)

Selección de un método de depreciación

Lo ideal sería que la selección de métodos de depreciación para aplicar a los activos de una empresa se base en conseguir la mejor representación financiera de la realidad.

Sin embargo, ese objetivo no se puede lograr porque es imposible establecer un concepto mutuamente aceptable de lo que constituye la «realidad». En consecuencia, la decisión debe basarse en otros factores.

Entre los factores más influyentes está la necesidad de la consistencia. Una empresa debe ser coherente en la selección de métodos para la depreciación de activos similares. Muchas empresas simplemente utilizan el mismo método para todos los activos o eligen un método muy utilizado en la industria.

El conservadurismo es a menudo un factor en la selección no solo de los métodos de depreciación sino también de las vidas estimadas y los valores de rescate. Puede haber una tendencia a tomar decisiones que produzcan mayores gastos periódicos con el fin de evitar sobrevalorar las ganancias.

Sin embargo, es igual de poco acertado en teoría subestimar artificialmente las ganancias.

Además, si los activos se utilizan más allá de una vida útil artificialmente corta, los ingresos anuales declarados son más altos en años después de que haya expirado la vida útil seleccionada que en una elección más apropiada.

Las regulaciones del impuesto sobre la renta permiten a las empresas utilizar diferentes enfoques para calcular la depreciación en sus declaraciones de impuestos y estados financieros.

Además, la ley permite que la depreciación acelerada se use en prácticamente todas las situaciones, así como una vida útil arbitrariamente corta y valores de rescate bajos.

En consecuencia, las políticas de depreciación seleccionadas para su uso en la declaración de impuestos a menudo producen medidas inadecuadas para la cuenta de resultados. A pesar de esto, algunos directivos utilizan las mismas cifras para ambos propósitos para evitar el coste de mantener dos conjuntos de registros.

Depreciación de grabación

Si un activo operativo se utiliza en productos manufactureros, su depreciación para el periodo debe cargarse en la cuenta de Manufactura Overhead y luego asignarse a las cuentas de inventario apropiadas.

Si se utiliza de alguna otra manera, el débito debe registrarse en la cuenta de Gastos de Depreciación. El crédito en cualquier caso deberá registrarse en una cuenta de contra, de preferencia titulada Depreciación Acumulada.

Este enfoque permite que el lector de estados de cuenta haga un juicio aproximado sobre la probabilidad de la sustitución de los activos y su posible efecto sobre la solvencia.

Preguntas frecuentes

¿Qué es un activo operativo?

Los activos operativos son aquellos utilizados en el día a día de una empresa, a diferencia de los activos de capital como los terrenos o los edificios. Los ejemplos comunes incluyen vehículos, maquinaria y equipos.

¿Cómo calculan las empresas la depreciación de los activos operativos?

Hay una serie de métodos que las empresas pueden usar para calcular la depreciación de los activos operativos, incluido el método de la línea recta, el método del saldo en declive y el método de los dígitos de la suma de los años. El método más apropiado dependerá de una serie de factores, como el tipo de activo que se está depreciando y su vida útil esperada.

¿Qué es el método de depreciación en línea recta?

El método de la línea recta es el método de depreciación más simple y asigna una cantidad igual de depreciación a cada año de vida de un activo. Este método se utiliza a menudo para activos con una vida útil larga esperada, como vehículos o maquinaria.

¿Qué es el método de depreciación de saldo en declive?

El método de saldo en declive asigna un porcentaje de depreciación más alto en los primeros años de vida de un activo y un porcentaje más bajo en años posteriores. Este método se utiliza a menudo para activos de corta duración, como equipos o muebles.

¿Qué método de depreciación es el mejor para mi negocio?

El método de depreciación más apropiado para tu negocio dependerá de una serie de factores, como el tipo de activo que se está depreciando y su vida útil esperada. Debes hablar con un contador o un asesor financiero para determinar qué método de depreciación es el mejor para tu situación particular.